La falta de higiene y el mal olor predominó durante el siglo XVI por lo que muchas mujeres usaban perfumes fuertes. El jabón brillaba por su ausencia ya que su producción era muy costosa y suponía un lujo para el alcance del pueblo llano.

En el siglo XVII se impuso las cabellera rubia y la tez blanca como símbolo de la belleza femenina más sutil y virginal. Por ello muchas mujeres se teñían con lejía! y se blanqueaban la cara y el escote con un tipo de componente químico corrosivo. Es ahora cuando nacen los primeros perfumistas franceses.

Lo que se conoce como la “fiebre del colorete” se impuso en el siglo XVIII. Es la época de los labios pintados en forma de minúsculo corazón, polvos de harina de arroz aplicados en cuellos y hombros y los vistosos lunares por la cara. Se inicia la comercialización de agua de colonia a gran escala.

Ya en el siglo XIX empiezan a florecer pequeños comercios que han llegado a convertirse en auténticos gigantes de la cosmética como Bourjois o Roger et Gallet. En 1878 se empezó a comercializar el primer jabón a gran escala y el baño se adquirió como costumbre.

Genios científicos estaban al servicio de la incipiente industria cosmética del siglo XX con fórmulas cada día más sofisticadas y complejas. El esmalte de uñas, el make up, los bronceadores y sérums hacen su aparición con fuerza.

Lo que nos deparará el siglo XXI aún está por ver aunque estamos convencidos que SELVERT jugará un papel clave en el mundo de la cosmética profesional gracias a vuestra confianza constante.

M Aitoinette 2